fobias
Una fobia (palabra derivada de Fobos, en griego antiguo Φόϐος, «pánico», hijo de Ares y Afrodita en la mitología griega, la personificación del miedo) es un trastorno de salud emocional o psicológico que se caracteriza por un miedo intenso y desproporcionado ante objetos o situaciones concretas1 como, por ejemplo, a los insectos (entomofobia) o a los lugares cerrados (claustrofobia). Sin embargo, no es sencillamente un miedo, pues guardan grandes diferencias.2 También se suele catalogar como fobia un sentimiento de odio o rechazo hacia algo que, si bien no es un trastorno de salud emocional, sí genera muchos problemas emocionales, sociales y políticos (véase xenofobia, es decir, el odio a los extranjeros o extraños). Un estudio en EE. UU. por el National Institute of Mental Health (NIMH) halló que entre el 8,7 % y el 18,1 % de los estadounidenses sufren de fobias.3 Discriminando edad y género, se encontró que las fobias son la más común enfermedad mental entre mujeres en todos los grupos etarios y la segunda más común psicopatía en hombres mayores de 25.
Historia y datos estadísticos
Las fobias han sido estudiadas en la psicología desde sus inicios. Freud (1929) manejó las fobias desde dos fases del proceso neurótico.
- Primera fase: es la represión de la libido y su transformación en angustia, fase que queda ligada a un peligro exterior.
- Segunda fase: se van constituyendo todos los medios de defensa destinados a impedir un contacto con este peligro, que queda como un hecho exterior.
Las fobias específicas son un tipo de trastorno de ansiedad, en el cual una persona puede sentirse extremadamente ansiosa o tener un ataque de pánico cuando es expuesta al objeto del miedo. Estas son uno de los trastornos psiquiátricos más comunes, ya que una de cada 23 personas en el mundo sufre de alguna fobia, 11.2 millones de estadunidenses padece de fobia social, un miedo persistente e irracional ante situaciones que puedan involucrar el escrutinio y juzgamiento por otros, tales como fiestas y otros eventos sociales. Las fobias comienzan a desarrollarse en promedio a los 13 años y se dice que las mujeres son dos veces más propensas que los hombres a sufrir fobias.
Tratamiento
Las terapias psicológicas4 que pueden ser beneficiosas para las personas que padecen fobia son: la técnica de "inmersión" o las terapias graduadas de exposición, entre las que se encuentra la Desensibilización Sistemática (DS). Todas estas técnicas se enmarcan en el enfoque de la terapia cognitivo-conductual (TCC).5 6 7 En algunos casos, también pueden ser de ayuda los medicamentos ansiolíticos. La mayoría de las personas que tienen fobias entienden que están sufriendo de un miedo irracional o desproporcionado, aunque este reconocimiento no impide que sigan manifestando esa intensa reacción emocional ante el estímulo fóbico.
La exposición graduada y la TCC trabajan con la meta de desensibilizar a la persona y de cambiar los patrones de pensamiento que están contribuyendo a su miedo. Las técnicas basadas en la TCC son las más eficaces, siempre y cuando la persona con este problema esté dispuesta a someterse a un tratamiento que puede durar algunos meses (en ocasiones semanas). Hay otras orientaciones terapéuticas, como el psicoanálisis o la programación neuro-lingüística (PNL) que abordan estos problemas clínicamente, pero tienen mayor duración y menor efectividad.8
Para PNL cualquier fobia se asocia a un estado emocional intenso relacionado con el miedo, que se vincula a un evento particular vivido por la persona. No existe relación directa entre la fobia en si misma y el evento que la causó, por ejemplo, si alguien sufre de fobia a las arañas no quiere decir que haya tenido un evento traumático con arañas, las arañas solo representan un disparador de su estado emocional interno. La solución que propone PNL, es eliminar ese disparador, una vez eliminado, no existe posibilidad de que la fobia se presente.
En las fobias, el sistema de alarma del miedo es demasiado rígido: siempre es excesivamente sensible. En la terapia se enseñará al paciente a modular todo esto mediante técnicas psicológicas específicas. Por una parte, ayudándole a que se esfuerce a mirar lo que le asusta y no a vigilar tanto su entorno. Por la otra, procurando que aprenda a regular sus interpretaciones automáticas. No es fácil, pues la capacidad de razonamiento de las personas fóbicas se encuentra bajo el efecto de sus procesos emocionales: nuestra inteligencia se encuentra pues bajo la influencia de esos procesos.
Las fobias específicas suelen tratarse mediante psicoterapia, que, a la vez que le enseña al paciente las causas de su fobia, le aporta técnicas para ir dominando la ansiedad ante el estímulo desencadenante. Las técnicas para controlar la respiración y la tensión muscular también pueden ser de gran utilidad.
Tipos de tratamiento
Técnica de exposición: En ésta, poco a poco, los profesionales confrontan al paciente con la situación tan temida. El estímulo gradual y progresivo hace que las personas de a poco vayan controlando sus temores.
Desensibilización sistemática: En el cual en lugar de estímulos se recurre a la imaginación del paciente, que va proyectando en su mente al estímulo temido. En ambos ejemplos de tratamiento, la exposición o la imaginación del estímulo se detiene cuando el paciente no puede controlar su ansiedad, y se recomienza cuando se ha tranquilizado. De a poco, logra resistir períodos más largos y así se va perdiendo el miedo.
Terapia cognitiva: En el cual se le da al paciente mucha información sobre aquella situación a la que teme, para que de esta manera vaya cobrando confianza (este tratamiento se utiliza mucho con pacientes que padecen de aerofobia –miedo a volar- y que sin embargo necesitan poder subirse a un avión debido a motivos laborales).
Métodos de choque: (terapias conductuales donde se produce una exposición forzada al estímulo, hasta que el paciente controle su ansiedad). El uso de psicofármacos no suele ser recomendado en el tratamiento de las fobias, debido a que, si bien puede paliar los síntomas de ansiedad, no elimina el problema.
Programación neurolingüística (PNL): Se ha puesto de moda como tratamiento ante determinadas fobias, pero los resultados de la misma aún no han sido científicamente comprobados. Pero lo cierto es que la eliminación de la fobia sucede, el paciente luego de trabajar con PNL ya no experimenta ninguna manifestación de los síntomas previos de su fobia.
Técnicas de PNL: Se trata de identificar los tres aspectos que componen un recuerdo, el aspecto visual, el sensorial (emoción) y el auditivo, luego trabajar con ellos de manera tal que la persona se desconecte de las emociones, las imágenes y lo que escucha durante el episodio fóbico. Hecha la desconexión, la fobia ya no se manifestará.
Otros tratamientos alternativos incluyen las terapias con flores de Bach, los libros y grupos de autoayuda y la hipnosis.
Componentes de la respuesta fóbica
a) Importante incremento de la activación vegetativa: taquicardia, sudoración, vasoconstricción periférica, enrojecimiento, palidez, malestar estomacal, sequedad de la boca, diarrea, etc. (reacciones a nivel del sistema fisiológico).
b) Conducta de evitación o escape: cuando el sujeto se encuentra inesperadamente en la situación temida, si el sujeto es forzado a mantenerse en dicha situación, entonces pueden aparecer perturbaciones de la ejecución motora a nivel vocal y/o verbal: voz temblorosa, muecas faciales, movimientos extraños de las extremidades, rigidez, difluencias, etc. (reacciones a nivel de sistema motor).
c) Anticipación de consecuencias favorables o catastróficas: es la evaluación negativa de la situación y/o de las propias capacidades, la preocupación por las reacciones semánticas y los pensamientos de escape o evitación (reacciones a nivel del sistema cognitivo).
Casos no psicológicos
El término "fobia" puede significar casos específicos no vinculados con el temor.[cita requerida] Por ejemplo, la hidrofobia es el temor al agua, y la ancrofobia, al viento, pero también lo puede ser la incapacidad de beber agua debido a una enfermedad9 (véase rabia), o también puede describir un compuesto químico que repele el agua.[cita requerida] Por su parte, la fotofobia no significa única y necesariamente un temor a la luz: puede ser un problema físico en los ojos o una aversión a la luz que puede inflamarlos o dilatar la pupila.
También se les califica de "fobias" a aquellos rechazos contra actitudes, elementos culturales, históricos o personales, aunque no sean de orden patológico.[cita requerida] Así, la homofobia es todo acto de rechazo hacia la comunidad LGBT aunque no se tenga un miedo clínico hacia esas personas o sus actos. Otro caso es el sentimiento de rechazo hacia países o pueblos (anglofobia, judeofobia, etc.)
Clases de fobias[editar]
La fobia, como consecuencia de un miedo aparentemente consciente acompañado de un componente ansioso, puede expresarse de muchos modos. Existen tantas fobias como personas, ya que cada individuo puede desarrollar una fobia a cualquier cosa, aunque se describen con frecuencia algunos tipos más habituales como:
- Sangre, inyecciones y otros procedimientos médicos.
- Ciertos animales (perros, serpientes, arañas...).
- Espacios cerrados.
- Lugares públicos.
- Volar.
- Lugares altos.
- Tormentas.
A cada uno se le asigna un nombre científico. A continuación algunos ejemplos:
- Acrofobia (miedo a la altura)
- Agorafobia (miedo a los espacios abiertos)
- Algofobia (miedo al dolor)
- Androfobia (miedo a los hombres)
- Antropofobia (miedo a la gente)
- Autofobia (miedo a estar solo)
- Aracnofobia (miedo a las arañas)
- Batofobia (miedo a la profundidad)
- Catagelofobia (miedo al ridículo)
- Claustrofobia (miedo a los espacios cerrados)
- Cinofobia (miedo a los perros)
- Demofobia (miedo a las multitudes)
- Eritrifobia (miedo al color rojo)
- Entomofobia (miedo a los insectos)
- Ginofobia (miedo a las mujeres)
- Hidrofobia (miedo al agua)
- Hipnofobia (miedo al sueño)
- Hodofobia (miedo a los viajes)
- Iofobia (miedo a los venenos)
- Misofobia (miedo a las inmundicias)
- Nictofobia (miedo a la oscuridad)
- Patofobia (miedo a la enfermedad)
- Pedofobia (miedo a los niños)
- tripofobia(miedo a huequitos seguidos)
- Tanatofobia (miedo a la muerte)
- Traumatofobia (miedo a los accidentes)
- Zoofobia (miedo a los animales).
Fobia escolar
Este tipo de miedo es importante por su especial relevancia y relación con el rendimiento escolar. Méndez y Maciá (1990) hacen referencia a que muchos autores utilizan esta etiqueta para referirse a cualquier problema de asistencia al colegio debido a la gran ansiedad experimentada por el niño en el contexto escolar, tanto si el miedo principal es debido a la separación de sus padres, como si es debido a algún aspecto específico de la situación escolar. Otros autores, por el contrario, prefieren hablar de rechazo escolar para referirse a la no asistencia del niño o niña a la escuela, ya sea por la presencia de una fobia escolar, ya sea debido a un trastorno por ansiedad de separación, insistiendo en que son problemas distintos, ya que las situaciones que lo desencadenan son distintas. La fobia escolar se refiere al rechazo prolongado que un niño experimenta a acudir a la escuela por algún tipo de miedo relacionado con la situación escolar. Con todo, según Ollendick y Mayer (1984), en la fobia escolar hay dos tipos de variables: a) factores relacionados con la escolaridad, como el miedo a algún profesor, bajo rendimiento escolar, problemas con las relaciones con los compañeros, problemas por la apariencia o defectos físicos, etc, y b) sucesos vitales negativos, enfermedad prolongada, separación de los padres, fallecimientos, etc. La fobia escolar se manifiesta a través de tres sistemas de respuesta:
El motor o comportamental: el niño evita ir a la escuela o se escapa de ella. Las conductas componentes pueden aparecer a través de una conducta negativista: no se viste o lo hace muy lentamente entreteniéndose constantemente, no desayuna, no encuentra los materiales de clase. Si se le obliga a ir se vuelve a casa, o no asiste a la clase, deambulando por el recinto escolar o escapándose. Si se le lleva a la fuerza, grita, llora, patalea, tiembla, se agarra a la madre o al padre en el momento de la separación. Y si, por el control de los padres y profesores, ha de permanecer en clase, su conducta puede ser altamente perturbadora, bien de una forma activa o pasiva.
El psicofisiológico: se pone de manifiesto a través de una importante activación vegetativa, dependiente del Sistema Nervioso Autónomo, en su rama Simpática: sudoración de las manos o todo el cuerpo, tensión muscular elevada, sensaciones de mareo o desmayo, dolores de cabeza, dolores de estómago, vómitos, diarrea, necesidad constante de orinar, taquicardia, etc. y es habitual encontrar problemas relacionados con la alimentación y el sueño.
El cognitivo-experiencial: el niño manifiesta su negativa a ir al colegio. Y muy especialmente se dan una serie de pensamientos e imágenes negativos sobre situaciones escolares. El niño suele anticipar una serie de consecuencias negativas o desfavorables tendiendo a evaluar negativamente las propias capacidades o situaciones: le van a preguntar y le pondrán mala nota, el examen será muy difícil, hará el ridículo, se va a quedar en blanco, etc., aunque puede que haya algo de verdad en esto ya que la presencia de tanta ansiedad interfiere con los procesos atencionales, recuperación del material almacenado en la memoria, etc.
El bullying está reconocido como una de las principales causas de este tipo de fobia.
Usos no clínicos del término
Las fobias son miedos intensos e irracionales de los que no es posible liberarse incluso cuando no existe un peligro real. En una fobia específica, el miedo, la ansiedad y la evasión se centran en determinados objetos, actividades o situaciones. Quienes las sufren reconocen que sus miedos son irracionales, que no pueden controlarlos. Casi todo mundo tiene alguna fobia benigna, como miedo a las alturas, a los espacios cerrados, a los bichos, o a las cosas que se arrastran. Un trastorno fóbico se distingue entre ellas porque produce ansiedad abrumadora. Las verdaderas fobias causan vómito, escaladas y carreras sin control o desmayos. Para que haya un trastorno fóbico se requiere que el miedo altere la vida diaria. Los fóbicos se sienten tan amenazados que harán hasta lo imposible para evitar el objeto o la situación temida. Cerca del 11% de los adultos tienen trastornos fóbicos a lo largo de su vida (Magee et al., 1996).Es posible que un individuo desarrolle una fobia sobre virtualmente cualquier cosa. El nombre de alguna fobia se crea con un prefijo, mayormente de raíces griegas, con el sufijo -fobia, creando una enorme cantidad de posibles definiciones. Muchos términos son recopilados por la literatura médica, pero existen casos más relacionados con la sociología que con la medicina.
Muchos términos que llevan el sufijo
-fobia están relacionados con actitudes negativas hacia cierta categoría de personas o cosas, de manera análoga al uso médico del término. Usualmente estas "fobias" se describen como temor, disgusto, desaprobación,
prejuicio, odio,
discriminación u hostilidad contra el objeto de la fobia. La mayor parte de las veces son actitudes basadas en
prejuicios como, por ejemplo, el caso específico de la
xenofobia (el rechazo hacia las personas extranjeras).
La discriminación por clase social no se considera una fobia médica, ya que es sólo un síntoma de otros asuntos psicológicos, resultado de creencias sociopolíticas. En otros términos, mientras las fobias médicas suelen clasificarse como un temor deshabilitante, la discriminación tiene raíz en razones sociales.